




Cecilia Eraso. Nací en Neuquén en diciembre de 1978. Soy Licenciada en Letras de la UBA y vivo en Buenos Aires desde 1997, actualmente en Almagro pero paseé de lo lindo por los barrios porteños. Trabajo como docente en la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA, en el CBC y en el curso de ingreso de la Universidad de Quilmes. También subsisto gracias al aporte de un cargo en un colegio secundario del barrio de Caballito que soporto como puedo. Además de poesía, alguna vez intenté sin éxito, pero aun sin rendirme, escribir narrativa. Publiqué algunas reseñas (en la revista web elinterpretador.net y en la revista Espacios de Crítica y Producción de la Facultad de Filosofía y Letras), a lo que le sumo la publicación de algunos ensayos y monografías, el ultimo de los cuales acaba de salir publicado en la revista www.elinterpretador.net y es sobre Pasolini. No tengo hobbies pero sí me he dedicado los dos últimos años a organizar el Encuentro Nacional de Estudiantes de Letras, que este año se hizo en Mendoza.
Suicidios
Los suicidas, qué raro, trabajan
siempre, viven, en las biografías
hasta el final: como si no fueran a
hacerlo, como si a ellos también
sorprendiera el desear, de pronto,
la muerte.
“Hizo esto y aquello; trabajó,
tuvo el hijo y después, en los ’70,
se suicidó”, dicen sus biografías.
Un hueco de escalera, un arma
inoportuna, el tren raudo, las mujeres,
su veneno, la asfixia, las arterias
descuidadas.
Los suicidas, pero qué raro, hasta el
último momento como si los
sorprendiera haciendo cosas, la muerte,
como quien intenta.
Es el relato que propicia esos
efectos, que estupidiza, simplifica
la absurda confusión de cada vida
suicidada que pasa, como de
repente, a la parte baja de un tren.
Del pasado contenido en una imagen
Hubo en el parque una locomotora vieja,
oxidada, para que jugáramos, sucia
con desperdicios humanos y tan felices
nosotros descompuestos.
La preferíamos por sobre el pasamanos,
más que a la pista, los patines, bicicletas;
la preferíamos tan sucia y descuidada
En aquel parque, hubo una locomotora
oxidada
por el pis y la arena del desierto.
Macky Corbalán, nací en Cutral Có, ciudad donde tiempo después nacería esa forma cimarrona de protesta que es el piquete. Originalmente, el pueblo se llamaba "barrio peligroso", por eso no es llamativo lo del piquete ni que yo sea poeta, lesbiana, feminista, geminiana, activista por los derechos de los animales no humanos, vegetariana y de Boca. Ah, tengo dos libros publicados: La pasajera de arena e Inferno.
Gustavo Lupano nació en abril del año 78. Psicólogo social y frontman del grupo “el viento enloquece a la gente”.alterna bipolarmente sus dos amores, en ambos casos gana apenas para sobrevivir..En el 81 escribió su primer poemario pero nadie le cree. Lo poco que ha editado artesanalmente se perdió entre las tomas del este neuquino y las del fondo de cipolletti. su poesía como su música es punk y es dark con toda la ensalada de influencias que eso significa. Detesta a Borges y nunca pudo terminar de leer ningún libro de hesse. debido a esto ha sido excluido de todo circulo existente de poetas y escritores.
...Como un bodhisatva amnésico y punkito
canto mis misangelios.
Lo que me duele es poesía.
Lo que me acicatea lo desgarro.
Pero soy un cobarde que le teme a las palabras
que desnudan mi cáscara con lengua ágrafa...
Diego Vigna. Uf, este flaquito es una cosa que no se puede creer. 25 años, nacido en la provincia de Buenos Aires, residente en Córdoba pero de Neuquén, publicó cuentos en varios lares: revistas, diarios, algunos le gustaron y otros no. Hasta lo censuraron. Y sí. Publicó un libro de cuentos: Grises, verdes, en 2004, y el cuento "Soldán Saltando", en 2006 (cree), en la Antología de narrativa porno Carne, de Editorial La Creciente. Dentro de su faceta grossa, publicó un largo ensayo sobre Tununa Mercado titulado "La catarsis narrada" en el libro Ensayo(s) de Narradores, 2006, editado por Alción. Trabaja como corrector y editor de una revista académica y una colección de ensayos. Viaja por trabajo. Cocina. Juega de enganche. Toma, junto con Alfredo Jaramillo, daiquiris de petróleo. Piensa poemas antes de dormirse. Es, en definitiva, un buen partido.